sino brillo yo, brilla mi ausencia, no me odiais a mi, ODIAIS A VUESTRA IMPOTENCIA.

domingo, 19 de junio de 2011

Sólo hay una cosa que yo puedo afirmar.


"-Oye, señor pájaro-que-da-cuerda. A veces lo pienso: ¿qué diablos debes sentir cuando te vas muriendo poco a poco, despacio, a lo largo del tiempo?
Como no entendí bien el significado de su pregunta, sujeto al agarradero, cambié de postura y miré fijamente a May Kasahara.
-Ir muriendo poco a poco, despacio... Por ejemplo, ¿en qué caso concreto puede ocurrir?
-Pues, por ejemplo... Pues, en caso de que te hayan encerrado solo en un lugar oscuro, que no tengas nada que comer ni nada que beber y que te vayas muriendo gradualmente, poco a poco.
-Seguro que es horrible, y doloroso-dije-. Desde luego no quisiera morirme de esa manera.
-Pero, oye, señor pájaro-que-da-cuerda, la vida ya viene a ser eso, ¿no? ¿Acaso no estamos todos atrapados en un lugar oscuro y nos van quitando la comida y la bebida y nos vamos muriendo despacio, gradualmente? Poco a poco, poco a poco.
Me reí.
-Tú, para la edad que tienes, piensas a veces de manera terriblemente pesimista, ¿no te parece?
-Ese pesi... no sé qué, ¿qué es?
-Pesimista. Significa ver el lado oscuro de las cosas.
-Pesimista. Pesimista...-repitió para sí varias veces-. Señor pájaro-que-da-cuerda- dijo luego, alzando los ojos y clavándome la mirada-. Sólo tengo dieciséis años y no sé muy bien de qué va el mundo, pero una cosa sí puedo afirmar con rotundidad: si yo soy pesimista, los adultos de este mundo que no son pesimistas son un hatajo de idiotas."
Crónica del pájaro que da cuerda al mundo/ Haruki Murakami.


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